LA MADERA
El bosque ha sido desde tiempos inmemoriales, el elemento capaz de reconciliar a la naturaleza con lo mejor de nuestro ser. Quien recorra el bosque o trabaje la madera, tendrá algo de nobleza… para siempre.
La madera es, sin dudas, un material poli- funcional y ecológico, empleado desde hace milenios en los más variados sectores, especialmente en el de la construcción.
Debido a que forma parte de nuestra historia, tenemos conocimientos sobre su comportamiento, sus prestaciones, su capacidad aisladora, su durabilidad, así como del confort de las viviendas que emplean este material natural y renovable. Se busca alcanzar la optimización energética de la edificación como aporte de solución al cambio climático que afecta al planeta
Ahorro energético: Las construcciones en madera son una muy buena alternativa para reducir el consumo de energía en las casas y tienen ventajas comparativas con los sistemas de construcción tradicionales. De cara al futuro, se debe incorporar al problema “consumo energético” como “factor de diseño” de las edificaciones resaltando que la “madera” como material de construcción es adecuada por su excelente capacidad de aislante térmico.
La utilización masiva del material de construcción “madera” es beneficioso para la reducción del CO2, pues demanda un menor consumo de energía durante todas las etapas de la edificación: producción del material, comercialización, utilización, mantenimiento y reciclado. La producción, el transporte, y la elaboración de un elemento constructivo de “madera “de 1 m3 consume de 8 a 30 KW/h de energía, mientras el material tradicional “hormigón armado” necesita de 150 a 200 KW/h, un material “metálico” consume de 500 a 600 KW/h, y en el caso extremo del “aluminio” se verifica un consumo de 800KW/h de energía por metro cúbico.
Muchos sistemas constructivos, que posibilitan el bajo consumo energético, fueron desarrollados inicialmente entre 1973 y 1974, como respuesta a la primera crisis energética internacional en los países desarrollados, bajo el lema de “ahorrar energía”, que permitió el desarrollo de la “arquitectura bioclimática”. Este tipo de construcciones se denominan actualmente como de “Bajo Consumo Energético”, siendo el material constructivo principal: la madera
El uso de la madera en la construcción produce un beneficio económico dentro de la fase de producción al requerir menor cantidad de energía, tiene mayor capacidad de aislación térmica una vez en servicio en la edificación, por lo que genera también una reducción importante del consumo energético durante el uso de la vivienda.
Ecología: El sistema ecológico “Bosque-Arbol-Madera” es reconocido por todos los especialistas, como “adecuado y necesario” para beneficio de la especie humana. Es también otro tipo de construcción debido al balance ecológico positivo para el medioambiente en comparación con los materiales tradicionales de construcción
La madera es una opción ecológica. Salud, seguridad y velocidad de ejecución. Descubra en detalle porque las casas de madera….
Favorecen un ambiente saludable: La madera es hipoalergénico y gracias a su estructura física actúa como una protección contra fenómenos nocivos, como los campos electromagnéticos y corrientes eléctricas. La madera es un material vivo, lo que contribuye a la comodidad de vivir su hogar gracias a una natural filtración y purificación del aire en el interior de la casa. Se trata de un material capaz de proporcionar un aislamiento térmico óptimo y evita la formación de condensación y moho. Según una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) vivir en una casa de madera, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Contribuyen a la eco-sostenibilidad: La madera es un material natural y ecológico. Los residuos que se producen durante las fases de fabricación son degradables. Además, la pasión por la naturaleza, nos ha permitido desarrollar un plan preciso de tala y consecuente regeneración programada de los bosques. En fin todas las fases de producción siguen una lógica eco-compatible
Seguridad: El riesgo de incendio es prácticamente idéntico a la de las estructuras de albañilería, y de hecho la madera más exterior actúa como un escudo de protección para las paredes interiores, retardando la combustión.
Por lo tanto se puede afirmar que la madera tiene un mejor comportamiento ante el fuego en caso de incendio, no se deforma como el metal o colapsa como el hormigón armado, y permite ser reparada.
Las casas de madera también son seguras en caso de terremoto: estructuras, muros de carga y paredes interiores están hechos de elementos de madera muy flexibles que garantizan el cumplimiento de las regulaciones contra terremoto de los países más a riesgo.
Todas estas características y ventajas de la madera y su versatilidad de uso están potenciadas, mejoradas y llevadas al ápice por medio de nuestro sofisticado proceso productivo industrial al final del cual se obtiene la madera laminada.
LA MADERA LAMINADA
Construir hoy utilizando madera laminada, adquiere un significado original: es una alternativa tanto para los grandes empeños estructurales, como para las construcciones de hogares personalizados que requieran características particulares de resistencia y ligereza, de utilidad y belleza, en perfecta armonía con el medioambiente.
La madera laminada es un material producido industrialmente y se obtiene con la unión de tablones de madera utilizando un proceso de encolado de alta prestación. Se trata de un material compuesto, que consta esencialmente de madera natural manteniendo y potenciando sus características y ventajas. También es un producto innovador, realizado a escala industrial, que tienes raíces en la antigua y notoria artesanía Italiana. En comparación con la madera dura, construir usando la madera laminada es preferible para diferentes razones. Entre las más importantes se resaltan: La eliminación de los defectos macroscópicos (nudos, grietas, etc) a través la eliminación de las secciones defectuosas; la capacidad de alcanzar grandes luces (tamaños) que no se pudieran lograr sin el utilizo de la tecnología de “madera laminada”.
Nuestro peculiar proceso productivo se puede resumir en las siguientes fases:
• Selección meticulosa de las materias primas
• Encolado de alta prestación
• Prueba de resistencia
• Escrupuloso control de calidad, con tecnología electrónica avanzada.
• Acabado y impregnación en autoclave con sales minerales para mejorar la durabilidad y contrarrestar la agresividad de los agentes atmosférico en cualquier condición climática del planeta aun extrema.
Las principales características de la madera laminada se resumen en la ligereza, resistencia y versatilidad.
Ligereza: El peso específico de nuestra madera laminada es de 1/5 en comparación con la de hormigón armado, 500 kg / mc contra 2500, con consecuencias positivas en términos de mayor sostenibilidad de las cargas, reducción de dimensiones de los trabajos de cimentación y optimización de gastos de mano de obra en la fase de construcción debido a que las operaciones de montaje son mucho más sencillas y rápidas. La ligereza se refleja en un resultado estético que es tanto más notable cuanto mayor es la luz de las estructuras.
Resistencia: La madera laminada cumple plenamente con las normas de la ley acerca de la resistencia al fuego; de hecho nuestras estructuras están proyectadas para mantener la capacidad de carga, por un tiempo superior a los 60 minutos bajo la acción directa de las llamas.
La durabilidad e inmunidad a los ataques de los agentes atmosféricos o químicos son unas características naturales de la madera que nuestros tratamientos rigurosos, durante el proceso de producción, contribuyen a aumentar. Protegida de moho, hongos e insectos xilófagos, nuestra madera laminada soporta condiciones ambientales extremas, como lo demuestran los edificios realizados en situaciones de alta humedad, en ambientes salinos a la orilla del mar, en las montañas y en áreas sujetas a cambios de temperatura significativos. La seguridad garantizada de nuestras estructuras de madera laminada completa la fiabilidad de esta elección en cualquier tipo de construcción.
Versatilidad: La madera es dúctil y fácil de trabajar, se armoniza de forma natural con cualquier tipo de material, ennobleciendo su belleza en los contrastes con el rigor austero de la piedra o en combinaciones con acero futurista, vidrio o diferentes materiales sintéticos .La incomparable variedades de soluciones arquitectónicas que nuestra madera laminada permite ha inspirado el genio y la creatividad de los diseñadores y arquitectos, que en los últimos años han realizado grandes estructuras de amplia gama estilística: grandes vigas curvas, arcos, bóvedas, largos espacios con luces libres incluso superior a 100 m. donde la imaginación del diseñador destaca la flexibilidad de uso de la madera laminada.
Por lo tanto mediante el uso de técnicas avanzadas, nuestra fábrica puede superar cualquier vínculo de restricción y aplicación, proponiendo los inconfundibles valores estéticos y de calidad de la madera laminada para obras con alto valor arquitectónico.
PRODUCCIÓN
Las etapas de la producción se pueden resumir en cinco fases y consisten en la transformación del tronco de los arboles en tablas y en su recomposición por proceso de encolado industrial.
Selección de Madera (DIN 4074 / EN 14081-4): La primera etapa se basa en la selección a vista de la madera de acuerdo con los establecido por la norma DIN 4074. El procedimiento consiste en la medición de la humedad de cada lámina de madera, con la ayuda de especiales equipos automatizados. Las láminas que no reúnan los requisitos son descartadas. Posteriormente se cortan, siempre de una manera automática, las partes defectuosas y las partes con un coeficiente de nudosidad no adecuado.
Unión (DIN 68140 / EN 385): El material de construcción seleccionado se somete luego a fresado en ambas extremidades, creando el dicho «peine» en el cual se aplica el pegamento. Luego a través de la máquina (Finger Joint ) las laminas de madera se unes a presión y se cortan a la longitud deseada en plena conformidad con la norma DIN 68140 / EN 385.
El espesor de las láminas viene calibrado por medio de «cepilladura», antes del siguiente paso de encolado.
Encolado (DIN 68141 / EN 386): A continuación se aplica la cola industrial y el endurecedor y, después de otra meticuloso control, se colocan todos las laminas de madera en la especial maquina de presión (lineal o en forma curva de acuerdo a la arquitectura del proyecto). Las laminas luego de ser correctamente alineadas, se cierran en la prensadora donde se someten a «presión» durante el tiempo necesario.
Cepilladura: Una vez terminado el proceso de encolado (en total conformidad con la norma DIN 68141 / EN 386), se procede a la fase de terminación de la viga en madera laminada. La primera etapa consiste en el cepillado: las caras de la viga se lijan mediante una cepilladora. Después cada viga viene cortada por medio de una máquina a control numérico que, mediante la lectura de los datos transmitidos directamente desde el ordenador del departamento técnico, realiza todas las terminaciones de cada pieza, con el fin de realizar posteriormente una instalación en obra perfecta y de una manera profesional y precisa.
Terminación: Una vez que todas las piezas que componen una única estructura han sidas cortadas y procesadas, se realiza un tratamiento con una cobertura anti bacteria y protectora. Finalmente se procede a la fase dicha de «impregnación» durante la cual se personaliza la estructura según el color elegido por el cliente.
La madera laminada ha logrado una notable expansión en los últimos años, debido no sólo a sus posibilidades estéticas, sino también a su escaso o casi nulo mantenimiento post- venta, la garantía de fábrica, sus propiedades físico- mecánicas, durabilidad, resistencia al fuego y la protección contra la acción de insectos.
También a la experiencia del afianzado team de profesionales, técnicos y ejecutivos, que actúa detrás de cada estructura y a la ventaja de la relación calidad-precio de este tipo de suministro, se debe el actual éxito de este material.